Keiko: ¡Así mismito, pinche Willy!...escucha nomás esta rolona...no sabía de tristezas ni de lágrimas ni nada...así mero, re-feliz que era, con la atención de todo un país, ¡toda una nación!...protagonizando series y películas, pero, sobre todo, llegándole directo a los sueños de harto niño morenito...y uno que otro güerito también, ni modo que qué...¡Hasta que te conocí, Willy!...yo era muy feliz, yo vivía muy bien...y es que tu llegada me ch*ngó la vida, agarra el p*do...y no es una metáfora, ya sabes bien cómo terminé. Mi final no fue como el tuyo, suerte tienes, carnal...pa’ mi nada de un reencuentro feliz con la family, no me tocó esa vida plena de reproducción y crianza comunal ni la sustitución de juguetes plásticos por baby foquitas para despedazar con los tuyos...nel, m'hijo...yo me la pasé de la chingada...vi la vida con dolor, como dice el pinchi Juanga...el mero nuestro...vieras...híjole...cómo me acordaba de esta rola ahí cuando estaba en Noruega, cuando las orcas silvestres me trataban como idiota...no...no te quiero, no te quiero, no te quiero ver...de esa parte era de la que más me acordaba...y de ti, cabrón, ¡porque todo acabó cuando te conocí! Todito....
Willy: Get outta here, Keiko! No exageres, goe, si tú y yo somos uno mismo, somos como Drake y Josh, el bob y el patricio, goe...pero en uno, como la caffeine-coke...no te asustes, lo que pasa es que ya se te subieron los drinks, beibi...además, gracias a mi nos liberaron, Keiki, pasamos de nuestro estanque-infonavit a reconquistar los amplios mares del norte, a retomar nuestra sangre nórdica...acuérdate de lo feliz que eras con nuestros daddies, goe...
Keiko: No exagero, c*brón, sí, ya se me subieron un poquito las chelas, pa’ que te digo que no...y esta rola me pega bien macizo. Uf...sí, es cierto...tal vez era más feliz con mi familia ahí en Islandia. Debo admitirlo...pero de eso ni me acuerdo, mi estimado, cómo crees...no tengo memoria de antes de mi encierro estelar en Reino Aventura. Pero bueno, deja te cuento el cotorreo, checa...alguito sé de mis primeros años, pero de todo eso me enteré en videos del internet: nací en Islandia pero viví la mitad de mi vida en América del Norte. Soy norteamericano porque México es Norteamérica, que quede claro. Aunque digan que no. Nací por ahí de 1976, el mismo año en que le dieron un putazo al peso mexicano, pinche devaluación. No es coincidencia, en serio. Mi destino fue la flotación perpetua, la volatilidad...ayyyy...incluso después de la muerte...así mero, perro, haz de cuenta, pon tú, como el mercado, pues. No te agüites, ando tipsy, we...y pues sí desvarío, ahí dispensa...ja...¿en qué estaba? Simón...supe que me separaron de mi familia siendo apenas un bebé. Pinche huérfano miserable, chale...pero, bueno, al children yo ni sabía qué era una familia hasta que la gente de Hollywood me lo explicó. ¿Putos farsantes, no?...con esos locos también aprendí mucho de mi especie, pero en videos...que las orcas en libertad tienen una vista excelente y que acá, a diferencia de otros animales, que las orcas sí se la saben machín, que emplean la ecolocación como si fueran murciélagos y la chingada....lo malo es que por el confinamiento, por la perra cárcel, a mí se me atrofió ese GPS marítimo y pues las orcas salvajes creían que yo era sordomudo...pendejas...y bueno, los científicos, según los videos que vi, sospechan que además de geolocalizador, ese órgano lo utilizamos para comunicarnos. ¿Tú crees?...las orcas salvajes iban por ahí hablando sus dialectos y no nos entendíamos chido. Puro pinche gemido culero, mi Willy, en serio...son especistas las cabronas. Culeras de verdad. En serio. Palabra. Creían que yo era una traición para la especie, un minion de segunda, una mascota de clóset. En fin...No saben que yo tengo mi propia forma de hablar. Con sabor a mi, chingao, acá, pinche estilo, no cualquier mamada...yo hasta logré comunicarme con humanos, ¿a poco no?...ese jale no es nomás así...o sea, en putiza esos seres maniacos y miserables no dudaron en volverme su confidente, su amigo, el símbolo de sus aspiraciones y culpas. ¿Y todo para qué? ¡Exacto, como la rola del Intocable!...a huevo, vamos a ponerla, pinche Willy: ¿Qué más quieres de mí...?
Willy: O sea, omítete, goe...además de que Intocable es naquérrimo, lo cantas peor que el buki en karaoke coreano...mejor sigue recordando, goe, lo del dramón que nos trajo a este fucking país de losers...
Keiko: ¡Que te valga v*rga cómo canto, pinche Willy! Déjame desahogarme...si al final yo perdí...o bueno, perdimos los dos...ya, pues, ‘ta bueno...le sigo. Es que no quiero destaparnos tanto, pues, y ahora con el internet...lo que dicen de mí ahí siempre es muy dramático, les gusta el melodrama macizo a esa gente y ahora sí que eso sí es tu mera culpa...mi jale era más festivo, como buen mexicano yo más bien me dediqué a esparcir la alegría entre la raza, cotorreando con mis compas ahí en el estanque nomás...la gente hasta me hacía olas por cualquier payasada. Estaba bien chingón. Pero llegaste, cabrón, a ilusionar a mi corazón, parafraseando al maestro Pedro Reyna. Antes de ti yo era una celebridad de altura, al nivel del Papa o de Michael Jackson y, como con esos dos, todos los padres que me visitaban no dudaban en arrimarme a sus chamacos. Nomás que yo sí mantuve Susana Distancia. No sólo me convertí en la mayor atracción de Reino Aventura, sino que pronto participé en discos musicales, telenovelas, películas. En un dos por tres los mexicanos me hicieron sentir la pertenencia que me negaban las engreídas orcas canadienses. Es famosa la hospitalidad de esa nación, y muy real...por cierto, eso me recuerda otro rolón de esos años, déjame la pongo...esta va para mi México lindo y querido...ve...escucha...chécate ese Sax, p*nche Willy...y luego la voz de CC: Junté lo más hermoso / Que he vivido contigo / Los detalles, las cosas / Que me harán recordarte / Ahora voy a marcharme... no mames, cómo que te no te la sabes...de esas veces que sientes que tú la escribiste...checa...aguanta al coro...ahí, viene, ahí viene: Que el tieeeempo que duró nuestro amooooor... ¿ves, mi estimado? Pero bueno, te decía que mis años en México fueron lo mejor de mi vida, una etapa definitiva para mí. Y al children, yo creo que fue recíproca la cosa, yo también fui muy determinante para esa tierra porque, de hecho, los once años que me cuidaron ahí fueron años decisivos para ese país que a mí me sirvieron para idear profundas reflexiones sobre la Libertad en el capitalismo (para compensar la falta de profundidad de mi estanque, supongo). Y, si me apuras la poiesis, mi Willy. Créelo. A veces siento que incluso encarné esas reflexiones. Qué tal, ¿eh? También te cito etimologías, te cito lo que quieras, no me rajo. Por eso los animatronix nomás no le llegan, ni siquiera se le arriman, a mi estrellato.
Willy:Tú me hiciste feliz / Y en mi adiós te deseo lo mejor / Pero estés donde estés / Nunca voy a olvidarte... ¡Claro que esa me la sé, Kéik’! O sea, goe...¿quién crees que soy? Si a pesar de este brillo solar, soy modesto y tengo mi consciencia social, o sea, si yo siempre dejo propina del 15%...pero, una cosa es ser modesto y otra echarle flores a nuestro cautiverio, Kéik...si este país no nos supo apreciar...no nos dieron el trato que merecíamos, I mean, si nuestro destino siempre fue Hollywood, que no se pasen, nada de que los tristes pasillos de Televisa, no ma’...
Keiko: Pues sí, canijo...desde tu perspectiva todo esto que te cuento está mal, otro drama del Sur, otro lamento sudamericano. Fui un prisionero, sí, mi vida no dejó de ser un encierro, también...aguanta...eso me recuerda otro gran éxito de esos tiempos, ‘pérame tantito...ándale...canta conmigo, pinche Wilford...pero recuerda / nadie es perfecto y tú lo verás... y sí, mi estimado, tras mi captura empezó un encierro transnacional bien culero, como toda mercancía del sistema-mundo capitalista, lol, las fronteras se diluyeron ante mi paso...como si fueran de espuma, jiji...por la aventura que tú ya verás/ será tu cárcel y nunca saldrás...checa...primero, me vendieron a un acuario islandés donde pasé tres años, luego brinqué el charco y me eché otros tres en Marineland, un parque acuático canadiense...y pues once años más en Reino Aventura (hoy Six Flags), en Ciudad de México, donde ahí sí que empecé mi carrera en el espectáculo...¿cómo ves, Willy?...ahí me tocó ver a un chingo de morrillos y hasta me acordaba que cuando estaba chiquito me hacían bullying, macizo. Allá en Canadá, las orcas machos con las que compartía estanque hacían chistes sobre mi poca hombría, las culeras...afortunadamente, Reino Aventura me rescató al comprarme por sus $350,000.00 dólares, ya incluido el transporte y todo...¿y tú?...en ese entonces no eras ni el sueño húmedo de un chascuarro productor de cine bien pensante...
Fue una orden de Jorge Hank Rohn, célebre empresario y político mexicano aficionado a la compra-venta de animales exóticos...que jaguares y tigres y cuánta madre...pero, modestia aparte, así, tranquilón, creo que sí fui su mejor inversión...y aparte, al mero estilo Tijuas, mi Willy, gracias a la Promotora Beta crucé la frontera México–Estados Unidos de forma ilegal. Tal cual los cargamentos de droga que pasan disfrazados de frutas y cerámicas, auch. Nomás que en mi caso, me disfrazaron de motor de avión, desde entonces fui una pinche innovación chingona...pero nada como cuando me fui a París, que voy llegando empaquetado en un barco con el estatus de Obra de Arte y pues, heme aquí ahorita, de vuelta a mi país.
Willy: Goe, ¡PA-RÍS! O-SEA, te digo, no sé cuál es tu insistencia con este méndigo país subdesarrollado. Si lo que aquí desechan en París lo festejan, no aprecian lo que gente como tú y yo les aportamos. Para nada. No, lo que quieren es que todos seamos jodidos parejo...ve, piénsalo...al chile no sé a qué nos hiciste volver. Nos hubiéramos quedado ahí cerquita de Les Champs’ Elysses, Trocadero, Monparnasse ufff...todo fino, todo nice, y las nenukis qué tal...pero no, goe, tenías que buscar regresar a México...y ahora pa’ qué nos trajiste de vuelta, ¿no sientes culpa por dónde quedamos?
Keiko: ¡Al contrario! Me emociona, cabrón, lo había intentado de muchas maneras en estos últimos años...volver a acariciar estas tierras que tanto me dieron, desde las alturas de la celebridad...era como cuando recuerdas a tu primera novia, la que lo daba todo por ti y se reía de tus chistes pendejos cuando nadie más lo hacía...esa mera, la que dejaste por...bueno, pues por ser vato...así era México para mí...yo sé que es otro trip para ti porque nomás tienes la mirada puesta al Norte...pero yo, nunca he vuelto a sentir por un lugar lo que siento por México, como dice ese gran himno...tú, la misma, siempre tú / Amistad, ternura, qué sé yo... jijodesu’...si el LuisMi aparte de tener el privilegio de ser una estrella al mismo tiempo que yo, ahora sí que mi contemporáneo...también me dio la pauta de lo que debía hacer. Ya ves cómo su serie de NetflixTM lo volvió a poner en la boca de todos...tú, intensamente tú / Soledad, cariño yo qué sé / Tú, mis horas bajas, tú. Yo mismo lo intenté por todos lados, canijo, pero mis incursiones audiovisuales previas me habían traído ya bastantes problemas de credibilidad...pobres ilusos, nadie pudo con el potencial de Mi pobre keikito, Keikúsculo o La Keiktrix... pos ellos se la pierden, al chile...
Willy: Pues claro, goe, si ya todos te daban por muerto. Tienes razón, es ingrata la gente, I mean, primero nos lloraron por todo periférico y después no fuimos más que una nota curiosa en el noticiero de Lolita Ayala...y la lección de nuestra película se la pasaron por...a la fecha aún hay varias orcas en cautiverio...qué deprimente, dejamos de ser cool muy pronto...al menos no nos fue como al Jacko Wacko, goe...lo bueno que a él lo agarró ya muerto el escándalo...solo un campo resignado a trabajar con refritos incesantes de sí mismos nos podía dar cabida...
Keiko: ¡Arte contemporáneo! Exactamente...la verdad yo no sabía mucho de esto, pero tú sabes cómo es el destino. Yo estaba ahí flotando, como un recuerdo borroso en el océano de la nostalgia de toda una generación y fue que me encontré con estos muchachos: Biquini Wax E-Pe-Ese. ¡Nos buscábamos sin saberlo, cabrón! Y cuando nos encontramos, en un departamento de la San Miguel Chapultepec, fueron verdaderas burbujas de amor...¡ándale! ¡Ponla, ponla!...tengo un corazón / Mutilado de esperanza y de razón / Tengo un corazón / Que madruga adonde quiera / ¡Ay, ay, ay, ay!... y estos morros, asupoootamadre, traían un viaje —raro, eso sí— pero locochón, locochón, locotronix...me dijeron todo lo que yo era para ellos, cosas que llegué a sospechar pero que ahora veo con claridad...
Willy: ¿A poco, goe? ¿De qué hablas? si ya andas bien pedo, pinche keiko, no inventes...¿qué te podían decir de ti unos chavorrucos como esos?
Keiko: Que no estoy pedo, cabrón...o bueno, no tan pedo como tú, en todo caso...la verdad es que también se la pasaban diciéndome que ya estaba muy pedo estos muchachos y muchachas...pero es que la bebida, ya te la you know, es el único combustible para una estrella en extinción...OLV, sí, ya sé que no me mido...pero, te sigo contando...para empezar, lo que ya te dije hace ratito: mientras yo bailaba solo al ritmo de J. L. Guerra, ellos no dejaban de insistir en que mi paso por México fue fundamental, así, indispensable...la verdadera historia de “Liberen a Willy”, la mera Truthflix, ‘mijo...pues en ese periodo, decían, viví una doble vida, como la de toda mercancía y toda celebridad: un flujo constante entre mi cuerpo y los deseos que los humanos proyectaban en mi imagen. Así. Yo era algo entre mascota e ideal supremo y mi barriga es el mero sitio de la pulsión transformadora. Tócame. Está mejor que buda. El libre mercado me eligió...me buscó y me encontró. Me enseñó lo que es la plenitud del capital, su eternidad. Entendí que mi forma de ballena es una apariencia, Willy. Yo nomás transmuto, acumulo y gano...pero la única gloria de ser invisible está reservada para los dedos místicos que hacen una mano divina. Y esa mera, esa como mano de dios, la hand of god, me arrojó a las redes de la posibilidad, a la promesa del éxito. Tuve que distinguirme de la miseria de la soledad y hacer de mi piel la vestimenta del progreso como goce húmedo...a poco no...hasta me dan ganas de bailar, pero con un éxito de esa época, hermano...ah, me entiende / Me tantea / Ah, ah, se enciende / Coquetea / Se evapora... fue un fiestón, viejo...mi regreso...con bombo y platillo...¡EN PARÍS!...la ciudad del amor, pues...
Willy: Tranquilo, goe, take it easy, ya andas tirando todo...
Keiko: Sí, sí, ya me emocioné. Bueno, pues sí, este grupo de trabajo ya traían años jalando juntos, me dijeron, y salió esta invitación de ir al Palais de Tokyo a poner algo, lo que fuera, sobre la Ciudad de México...y pues no tenían mucha idea de qué hacer pero querían evitar caer en el lugar común de recrear ahí lo más sobado del discurso sobre la ciudad, ¿no?...que el tianguis, que las economías informales, que el barrio...todo ese chorever...y pues uno de ellos se acordó de mí, o yo me “dejé” atrapar...sí pienso que fue el destino...si mi estrellato no fue en vano, me instalé en la sensibilidad de todos estos niños noventeros y ochenteros, me volví espectral, un ente cuya presencia se afirma a través de la ausencia más punzante, así nomás...entendiendo, tanteando hasta re-emerger a través de las aspiraciones frustradas, de la imposibilidad de satisfacción de sus apetitos mediáticos-pop, auch...total, como traían ya un rato trabajando con temas como el neoliberalismo y la relación entre economía y cultura, la economía de la cultura, etc., los procesos que se iniciaron cuando ellos eran niños y yo...¡exacto, pinche Willy! Si nomás la cara no te ayuda...durante los años en los que yo estuve en México...así que comenzaron a verme como eso, como un contenedor, un museo de lo que ellos llaman NAFTAlgia. Una paradoja muy acá, precisa, pues toda mi vida la he vivido en contenedores y ahora yo sería el contenedor de algo, de todo aquello que dio forma a la estructura del sentir de estos muchachos...¡como ese jitazo del Pedrito Fernández! Solo tu / Solo tu que conoces mi forma de sentir / Mi forma de reír / Y hasta mi forma de llorar / Solo tu sabes a donde voy / Solo tu sabes muy bien quien soy... así...y es que de eso va, más o menos, la NAFTAlgia, de todito aquello que configuró la sensibilidad de un país entero, un sentido común que es a través del cual se relacionan, se emocionan y...
Willy: Goe, qué fumado todo eso...yo digo que sus papis deberían pagarles un veranito en Oceánica...por cierto, goe, ¿todavía existe Oceánica? Suena a que podrían tener trabajo para nosotros...¿te imaginas? si ya estoy viendo el teaser, goe, me lo imagino perfecto: Extreme wide shot del centro de rehabilitación...no, no, algo más actual...¡un dron!, ¡a huevo, papa!...todo armonía, relajación, plenitud, full awarenes... luego un zoom lento, relajado, a un grupo de internos vestidos de blanco terminando de hacer yoga, levantando su tapetito y de pronto, ¡PUM, papi! Terapia con orcas...o sea, al fin y al cabo somos parientes de los delfines, ¿no?...
Keiko: ¡Oceánica! Me cai que dices puras mamarrachadas, pinche Willy...ya ni me acordaba...si yo en ese entonces creía que esa madre era la competencia de nuestro Reino Aventura...jajaja y cómo crees que nos van a contratar ahí, ¿no ves cómo tomamos?...la cosa es que todo esto tenía mucho sentido, no eran puras marihuanadas...(algo había de eso, pero no TOOOODO)...me explicaron que París fue la ciudad de las Ferias Internacionales y esas cosas, donde los estados-Nación se promocionaban a sí mismos, tipo así como una inauguración donde los orgullos patrióticos se juntaban a ver y ser vistos, a alardear de sus logros y maquillar sus contradicciones...y todos se ponían bien nerviosos por el qué dirán...y que si vino fulano, y que si perengano no asistió por un levantamiento popular...y pues en este reboot del pabellón yo sería el nuevo Pabellón mexicano...vaya destino. Al principio no me convencía, pero todo implica un sacrificio...al fin y al cabo, después de ti, pinche Willy, el éxito se había vuelto para mi como las nieves de enero...esa sí te la sabes, ¿no?...ya se fueron las nieves de enero / Y llegaron las flores de mayo, / Ya lo ves, me he aguantado a lo macho / Y mi amargo dolor me lo callo... así que, bueno, le entré. Lo que ocurrió fue una reencarnación, nuestra reencarnación, pinche Willy...en fibra de vidrio. Noooo, si se ve bien mamalón, te digo, brillamos igualito que una Suburban, ni que qué...pero espérame tantito, que el Chalino sí me llega: al principio dijiste que ya / Que vinieran las nieves de enero, / Ir a ver a la virgen y luego / El casarnos sería lo primero...
Willy: Bueno, goe, ya que tú eres el que sabe de negocios...supongo que mejor me guardo mis ideas. Como si no hubiera sido yo el que nos llevó al verdadero éxito. Lo tuyo es clasismo a la inversa, reverse classism, déjame decirte...pero, para que veas que soy un amor, sígueme contando...a ver, ¿qué es lo que según ibas a contener?
Keiko: Eso era lo mismo que yo me preguntaba, pinche Willy. ¿Qué iba a contener yo? Y te digo, traían todos estos viajes teórico-históricos, que un glosario plástico-acuático y todo el show...pero yo a eso sí no le muevo, pinche Willy, lo mío es la farándula pura y dura, ya te la chabelo...pero bueno, te digo que en BWEPS eran niños cuando se les ocurrieron todas estas historias que se cruzaban con la mía: la historia neoliberal de México, de la liberación del mercado, de la globalización...y esto los llevó a preguntarse de qué manera les había afectado eso mientras ocurría, qué recuerdo conservaban de su papel de testigos de los acontecimientos que estaban estudiando y entendiendo recién, y pues me lo dijeron más o menos así: cuando une es niñe o no es adulte, hay muchas cosas que uno no entiende del mundo, de la política y esas cosas...y, para bien o para mal, los medios han jugado un papel preponderante en nuestra temprana formación: a partir de la televisión, de juegos, de las caricaturas...pero, específicamente, de la tele. A fin de cuentas somos una generación nacida entre finales de los 80 e inicios de los 90: mientras nuestros padres se endeudaban y tenían pedos con el banco, y todo eso, y la moneda valía verga...nosotros aprendíamos a colorear y veíamos dinosaurios de Jurassic Park...a partir de ahí comenzamos a tener esa relación con tu recuerdo y ese imaginario pop de los 90...
Willy: Damn, Willy! Esa mierda está dura...literal me rompe el corazón, o sea, me recuerdan a ese niño que se hizo famoso vendiendo pescadillas en la playa...¿además hablan en lenguaje inclusivo y todo? Qué ternura...
Keiko: Así es, mi William, si yo también me puse sentimental cuando me dijeron eso, como si sonara una rola, así, bien trágica de fondo...ándale, un bolerito del LuisMi, algo así...no sé tú/ Pero yo te busco en...cada..../ En las noches cuando duermo... bueno, la cosa eso les hizo clic y les ayudó para decidir cuál sería mi contenido...hasta se pusieron a ver caricaturas y películas que estuvieron al aire en la tele en México al tiempo que ocurrían ciertos eventos de su historia económica...y todo se volvió acerca de cómo reproducir el zapping de esa época, que iba de los Moto-ratones de Marte hasta las noticias sobre la crisis del 94-95 y de ahí hasta mi chula la Selena que nomás cantaba No me queda más con el mero cora’...pero el zapping se aceleró de tal manera, que todos estos referentes terminaron fundiéndose plásticamente...y al chile sí me indigestaron, machín...